En los últimos meses, y especialmente esta misma semana, Beniel ha vuelto a situarse en el foco de la preocupación ciudadana. Un nuevo atraco a punta de pistola en un supermercado y una reyerta con heridos por arma blanca a las puertas de un salón de juego, han desatado la alarma entre quienes viven en el municipio. Muchos sienten que, a pesar de la presencia de cámaras de seguridad, la actuación de las fuerzas del orden y del ayuntamiento está resultando insuficiente.
Un golpe en un supermercado 24 horas
En la
madrugada del pasado martes, cuatro encapuchados armados irrumpieron en un
comercio 24 horas de Beniel y lograron hacerse con las dos cajas registradoras.
Uno de los asaltantes apuntó con una pistola a una empleada, y en apenas 45
segundos arrancaron las cajas por la fuerza y huyeron en un vehículo robado —un
Renault Kadjar blanco sustraído horas antes en Málaga— en dirección a la
pedanía murciana de Zeneta.
El robo ha
generado una profunda preocupación en la población. Vecinos entrevistados por
medios regionales afirman sentirse “amenazados” y con miedo de salir de noche.
Las imágenes de las cámaras —ya en manos de la investigación de la Guardia
Civil— han sido clave para identificar el coche de huida y para aventurar que
se trata de una banda organizada.
Un patrón persistente de robos violentos y
tirones
Estos hechos
han generado un ambiente de desconfianza, nerviosismo y cansancio entre los
habitantes. Ya que desde un reportaje de diciembre de 2024: en Beniel “los
vecinos están hartos de robos, atracos, asaltos a viviendas, robo de coches… se
sienten impotentes e inseguros en su propio pueblo”, la situación no ha
mejorado mucho. Siguen habiendo robos semanalmente en viviendas, peleas,
atracos, etc.
¿Seguridad insuficiente? Cámaras sin disuadir
La
existencia de cámaras de vigilancia en distintas zonas del municipio no parece
haber logrado el efecto disuasorio esperado. Pese a los sistemas de seguridad,
los robos violentos, tirones a peatones y atracos han continuado. Algunos
vecinos aseguran que la percepción de inseguridad supera, con creces, la
tranquilidad que estas cámaras podrían inspirar.
Para muchos,
la actuación de la policía y del ayuntamiento no ha bastado. Las detenciones
—aunque necesarias— se perciben como reacciones puntuales frente a un problema
creciente y estructural. En palabras de vecinos: “Beniel va a estallar como un
polvorín en cualquier momento”.
Las medidas por parte de la Policía Local y el Ayuntamiento han consistido en controles puntuales, instalación de cámaras de seguridad en algunos puntos del municipio y el cierre obligatorio de barberías y locutorios a una hora determinada, no siendo así para el resto de establecimientos del municipio, como por ejemplo los salones de juego (uno situado en la plaza del pueblo y otro en Los Pinochos, junto al supermercado que fue atracado, donde se generan algunas de estas disputas como la de la pasada noche.
Según los
vecinos “Ya no se trata solo de los robos que está sufriendo Beniel, sino del
miedo que tienen los ciudadanos de salir a la calle a cualquier hora del día,
mi madre y mi tía son incapaces ni siquiera de bajar la basura una vez que
anochece”.